“Se esperaba una nevada, pero no de esa magnitud”, es lo que
recuerdan todos los riogalleguenses sobre aquella noche del miércoles 26
de julio de 1995. Para la mañana del jueves, el acontecimiento climático ya
había hecho historia y todo lo que vendría después quedaría plasmado en la
memoria de los santacruceños.
La tapa de La Opinión Austral del viernes 28 de
julio de 1995 rezaba en su título principal “Río Gallegos aislada y en
emergencia”. Es que la madrugada del jueves la nieve superó el metro de altura
y generó innumerables conflictos para la población.
Aquella semana, mediante el Decreto Nº 1.443, el entonces
intendente municipal, Alfredo Martínez, proclamó el Estado de
Emergencia y constituyó la Junta Municipal de Defensa Civil.
La parte más compleja de la historia suma innumerables
evacuados, problemas de abastecimiento, rutas bloqueadas e incomunicación
total.
Por aquellos días, la radio cumplió un rol fundamental para
la población. Era prácticamente la única vía de comunicación existente y en las
emisoras, todas las noticias hablaban del suceso.
La plaza San Martín reflejó una postal increíble de nieve,
árboles y el tradicional monumento patrio. FOTO ARCHIVO LOA
“Las explicaciones que dan meteorólogos dan cuenta de un
fenómeno producido en el océano Atlántico que produjo un centro de baja presión
y uno de alta presión que venía del Pacífico”, explicaba un locutor.
“Los supermercados informaron que tienen carne para tres días
y alimentos no perecederos para 10 días, si la ruta no se abre es un peligro”,
señalaba otro locutor por aquellos días.
El inusual temporal dejó a cientos de vecinos sin poder salir
de sus casas. En aquel momento, Juan Quiroga era el director de
Comercio e Industria del municipio y pidió a los vecinos “no hacer compras
compulsivas” para “evitar cualquier posible desabastecimiento”.
Los autos amanecieron completamente tapados de nieve y era
imposible distinguir la calle de la vereda. La mayoría de los vecinos debió
quedarse en sus domicilios
Entre las memorias de aquel día, algunos recuerdan que hubo
lugares de la provincia donde nevó con muchísimo viento y en la ruta camino a
Río Turbio se generaron “paredones” de nieve de hasta dos metros de altura.
Un vecino lucha contra el temporal de nieve para despejar su
Peugeot 504. FOTO ARCHIVO LOA
Los vecinos que se despertaban para ir a trabajar se
encontraban con semejante panorama y la imposibilidad de salir de sus casas. La
sensación térmica de esos días alcanzó los 22 grados bajo cero.
Mientras, los autos amanecieron completamente tapados de nieve
y era imposible distinguir la calle de la vereda.
No funcionaron los bancos y los más chicos de la familia,
quizás sin tener plena consciencia del hecho, disfrutaban el panorama y
construían muñecos.
“De película”
José Silva, reportero gráfico del grupo La Opinión
Austral, recuerda la nevada del 95 como si hubiera sucedido ayer.
“La noche anterior cenamos con mi familia en la casa de mis
viejos. Mis hijos tenían 7 y 6 años, eran pequeños. Cuando volvíamos de cenar,
ya comenzaba tímidamente a nevar”, relató.
Una imagen histórica del Correo Argentino, un día después de
la “Nevada del siglo”. FOTO ARCHIVO LOA
“Al llegar a casa, mi señora me dice que entre el auto al
patio y no le hice caso, me quedé viendo tele y cuando salí a entrarlo, ya
cerca de la medianoche, la nieve ya le llegaba a un poco más de la mitad de la
puerta, no lo podía creer. ¿En qué momento nevó tanto?”, pensó.
Sin embargo, el problema iba a darse al otro día. “¿Cómo me
iba a laburar a la radio y al diario?”, se preguntó José.
Por aquellos días, la radio cumplió un rol fundamental para
la población
“No tenía muchas alternativas, así que tomé coraje y me fui
caminando. El paisaje era de una película, la nieve me llegaba casi hasta las
rodillas, llegué prácticamente congelado a la empresa, era increíble e
indescriptible el paisaje que se veía en la ciudad”, señaló.
Para José, Río Gallegos “era un solo manto blanco”. Una vez
en la radio y el diario, continuó, “comenzamos a hacer los grupos de laburo
para cubrir en fotografía tan impresionante evento, recuerdo a Osvaldo Graves,
Jorge Ibáñez y yo, junto a Laurencio Vergara que manejaba en ese momento un
Fiat Duna que nos llevaba a todos lados para sacar fotos”.
Los árboles nevados reflejaron la típica postal invernal.
FOTO ARCHIVO LOA
El panorama desolador que había dejado la nevada, recordó
José, incluyó la gran pérdida de ganado que sufrió el sector. José enfatizó en
que la radio fue “un gran nexo” entre la gente y las necesidades que había.
“Voces como la de Stella Escuedero o José Báez, el móvil en
las calles. Fue un trabajo arduo, pero con la firme convicción que fue escuchar
a la gente a través de la radio y poder dar respuesta a sus pedidos, la imagen
fue también una gran protagonista para el diario”, aseveró.
Para José y miles de santacruceños, es un día grabado en su
memoria. “Fue un trabajo que jamás voy a olvidar”, concluyó.
Memorias de la nevada
La meteoróloga del Servicio Meteorológico Nacional Nelly
Güenchur recordó en Radio LU12 AM680 la fecha en la que nevó una
noche completa.
Güenchur relató que, justamente, no estaba de turno esa
noche. De todas formas, tiene el recuerdo intacto. “Empezó, más o menos, a las
23:00 a nevar. Nevó toda la noche con intensidad hasta el otro día a las 16:00,
aproximadamente, sin parar”, señaló la profesional.
Relató que el 4 de agosto, muy cerca de la fecha, “volvió a
caer una nevada importante y todavía teníamos las secuelas de la anterior”.
Contó que sabían que había probabilidades de nevadas, “pero
lo que no se podía saber en ese momento, y que ha mejorado en estos 25 años,
era el tema de la precisión en probabilidad y tampoco la cantidad”.
Histórico: el día que Néstor empujó un auto y jugó con los
chicos
Por aquella época, Néstor Kirchner era gobernador
de la provincia de Santa Cruz. En esos días recorrió las calles de la ciudad
para conocer de primera mano cómo transcurría tal suceso histórico.
Como en cada invierno, los más chicos jugaban a lanzarse
bolas de nieve. FOTO ARCHIVO LOA
Un video, publicado en la web de La Opinión Austral,
muestra a un Néstor relajado, jugando con chicos en la nieve y, posteriormente,
ayudando a empujar un auto varado.
Un periodista se acerca a Néstor y le comenta: “Hasta el
momento no se han producido víctimas, pero el temporal según el Servicio
Meteorológico va a perdurar por 48 horas más”.
Néstor responde que “los chicos disfrutan, pero realmente me preocupa seriamente toda la periferia de la ciudad, porque los desniveles pueden poner en problemas a la gente, entonces tenemos que estar atrás”
Noticia de : La Opinión Austral